Una manzana es un gran ejemplo de lo que pueden hacer los radicales libres y los antioxidantes. Una vez que se corta la capa protectora de una manzana (es decir, cuando la manzana se corta por la mitad), comienza el proceso de oxidación.
Después de un tiempo, la manzana se vuelve marrón. Esto es el resultado del efecto de liberación
de radicales. Los antioxidantes, como el agua alcalina ionizada o el jugo de limón, protegen la manzana fresca de la oxidación. Agregar unas gotas de jugo de limón a la manzana o sumergirla en agua alcalina ionizada interrumpirá el proceso de oxidación.
Es importante saber que el agua alcalina ionizada producida por el proceso de electrólisis solo puede mantener su ORP negativo durante un corto período de tiempo, hasta 24-36 horas. Una vez transcurrido este período de tiempo, el valor de ORP del agua vuelve a ser neutral o un positivo débil.
Por lo tanto, se recomienda consumir el agua alcalina ionizada lo más fresca posible, preferiblemente dentro de las 12 horas posteriores al proceso electrolítico. Esto también explica por qué el agua alcalina ionizada no se puede embotellar y vender directamente a los consumidores.